Para que un regalo sea especial, no necesita grandes envoltorios ni papel de regalo sofisticado, sino un detalle personal que demuestre que se conoce a la otra persona. Tanto si el destinatario de tu regalo es un fiel consumidor de Black Label o un entusiasta del whisky que se atreve a probar nuevos sabores, ofrécele una mezcla elaborada especialmente de acuerdo con su carácter y sus gustos.